lunes, 14 de febrero de 2011

Pascual y un momento cinematográfico inolvidable y motivador.

Mientras "IMBDeaba" unos datos cinematográficos, apareció como por casualidad uno de los mejores diálogos que pueden encontrar en una película.

Les dejo un traducción a las apuradas:

"Cuando eras un bebé te levantaba en brazos y le decía a tu madre 'éste chico va a ser el mejor chico del mundo. Éste chico va a ser alguien mejor que cualquiera que yo haya conocido'.
Y creciste maravillosamente bien. Era increíble el verte cada día, era un privilegio.
Entonces el tiempo llegó para que seas un hombre y te enfrentes al mundo, y lo hiciste. Pero en alguna parte del camino cambiaste. Dejaste de ser tu mismo. Dejaste que la gente te apunte con el dedo a la cara y te diga que no eres bueno. Y cuando las cosas se pusieron difíciles, empezaste a buscar a alguien a quién culpar, como una gran sombra. Déjame decirte algo que ya sabes: el mundo no es todo amaneceres y arco iris. Es un lugar malvado y no importa qué tan duro seas, te golpeará hasta que te arrodilles y te dejará así para siempre si se lo permites. Vos, yo, o cualquiera jamás golpearemos tan fuerte como la vida. Pero no importa qué tan fuerte te golpeen. Lo que importa es qué tanto resistas y sigas adelante. Cuánto puedes recibir y sigas yendo hacia adelante. ¡Así se hace un ganador! Ahora, si sabes que eres capaz, entonces ve y demuestra de lo que eres capaz. ¡Pero desea recibir esos golpes y no dedos acusadores diciéndote que no estás donde quieres por culpa de él, ella o cualquiera! ¡Los cobardes hacen eso y tu no lo eres! ¡Eres mejor que eso! Siempre te voy a amar no importa qué pase. Eres mi hijo y eres mi sangre. Eres lo mejor de mi vida. Pero hasta que no empieces a creer en tu mismo, no tendrás una vida. No te olvides de visitar a tu madre"

¿Cómo no le dieron el Oscar a Silvestre por semejante peli? Curiosamente, por su trabajo en la primera Rocky, se convirtió en la tercer persona en ser nominada por actuar y escribir una película el mismo año (los otros dos son Charles Chaplin por "El gran dictador" y Orson Welles por "El Ciudadano Kane")

sábado, 12 de febrero de 2011

Pascual por Mendoza con suerte dispar

Primer misión del año 2011, y nada mejor que hacerlo antes de salir de vacaciones a la provincia más linda que conozco (hasta ahora): Mendoza. Pero claro, el viaje que en principio parecía muy rutinario y fácil, se complicó hasta el punto de tener que quedarnos un día más, mulear como condenados y de realizar el paseo más largo hasta un pool de la calle Aristides (como a 10 cuadras del hostel, del trabajo y del centro, lejísimos).

Peeeeeeeero....

Lo mejor del viaje fue eso: el viaje propiamente dicho, tanto de ida como de vuelta.

En el de ida, más allá de un atraso de 1 horita, nos tocó uno de los nuevos Embraer E190. La verdad, un lujo. Asientos cómodos, con apoyacabezas a la altura de la cabeza, que alguien con mi altura agradece muchísimo (en los "comunes", me queda en la nuca y es imposible dormir) y un chiche tan lindo como el reproductor multimedia ubicado en el respaldo del asiento delantero, con una pantalla de poco más de 7" y una programación de documentales, programas de interés general... y hasta un capítulo de Peter Capusotto... pero lo mejor, sin dudas, fueron los 4 capítulos de los Simpsons para disfrutar tanto en castellano como en inglés (sin subs, eso si)... así que en la hora y media de ida, Peter y "Bart el soplón" (zarpado capítulo) :D.
- Bunga, bunga. ¿listos para ponerse como changos?

Bueno, la cosa es que ya en Mendoza, tuvimos que laburar como mulos, cargando cosas que, claro, no estaban previstas (si, hasta las macetas). En fin, se realizaban las tareas técnicas y "mudancísticas" y al hostel, a bañarse y desplumar pichones al Winning (¿cómo te quedó el ojo, Towers? ¿Y a vos, uruguayo? :P). Por fin, el último día, a las últimas 2 horas, pudimos comprar un par de cosas (vinos y aceitunas, pareja tan fundamental como el queso y dulce, o el flan con dulce de leche) e irnos cansados al aeropuerto, llegando 1 hora antes del embarque. Sin ganas de nada (menos de una gaseosa chica a $15), aceptamos la sugerencia de Lucas de hacer el check in, despachar las valijas e irnos a jugar Winning hasta la hora de salida, ya que ambos pichones buscaban revancha, uno de ellos para recuperar los $50 perdidos en una apuesta bocona ;).

Peeeeeeeeeeero (segundo "peeeeeeero" del relato) el señor del mostrador (uno de mis nuevos mejores amigos) muy en secreto me susurra: "no levantes la perdíz, pero los vamos a subir en el vuelo que sale ahora en clase Business".... Ohhhhhhh... Y cuando venía la clásica pregunta "¿y la cámara donde ésta?", salimos disparados rumbo a la puerta de embarque (en "nuevo" vuelo despegaba en 15 minutos), donde ocurrió un pequeño incidente con Lucas y su sacacorchos (terrible arma terrorista, seguramente... o le vieron la cara ^_^), subimos y nos floreamos en primera, con grandes asientos, comida suculenta, azafata rubia linda con todos los dientes, almohadita y coincidimos que hasta se veían mejor los paisajes (¿nos habremos aburguesado?)
Sanguchito de pechuga y verduras, panes calientes, gaseosa, agua, queso untable, dulce de leche en un frasquito de vidrio (regalito económico para la Srta V) y esa cosa rosada simil flan que estaba muy rico. Ah, cubiertos de metal (menos los cuchillos, claro).. qué bacanería

Bueno, luego de la horita y media de vuelo, con nubes esponjosas y una luna creciente (o decreciente, mitad llena o mitad vacía, oh, cuánta poesía ^_^), llegamos a Aeroparque pero para no terminar el viaje como lo hace el común de la gente (a la que pertenecen esos pobres que iban en la parte de atrás del avión, en la clase turista), hicimos un vuelo rasante a la pista y volvimos a salir, según dijo el comandante por "congestión en la pista"... como sea, vuelta sobre el Río de la Plata para ver las luces de Buenos Aires y aterrizaje feliz.

Como última nota, el bolso de Lucas llegando último en la cinta y el dichoso sacacorchos en una cajita que no aparecía hasta que le preguntó a un tipo de Aerolíneas que tan amablemente se lo devolvió.

Y colorín colorado, esta mini-aventura ha terminado.